El ojo turco, también conocido como ojo de Fátima o hamsa, es un símbolo místico que se ha utilizado durante siglos para proteger contra el mal de ojo. Consiste en una mano estilizada con un ojo en la palma, generalmente con los dedos índice y meñique separados.
Se cree que el ojo representa la mirada protectora de un poder superior, mientras que los cinco dedos simbolizan las cinco obligaciones religiosas. Juntos, buscan alejar las energías negativas y atraer la buena suerte.
Orígenes del ojo turco
Aunque hoy en día está estrechamente asociado con la cultura turca, en realidad el ojo turco tiene sus raíces en el antiguo Egipto, donde se utilizaba como amuleto desde el siglo VI a.C. Se cree que representaba el ojo de Horus, el dios halcón.
Con la expansión del Imperio Otomano, el símbolo llegó hasta Oriente Medio. Allí se fusionó con tradiciones locales, adoptando el nombre de Jamsa o Mano de Fátima en honor a una de las hijas del profeta Mahoma.
Finalmente, su uso se extendió al norte de África y Europa del este gracias a los judíos sefardíes expulsados de España en 1492. Ellos popularizaron la versión actual con los dedos separados.
Significado del ojo turco
Más allá de sus distintos orígenes, el ojo turco conserva un significado común en todas las culturas: la protección contra las fuerzas del mal.
Se cree que aleja la envidia, los accidentes y las enfermedades causadas por maleficios o mal de ojo. También se lo asocia con la buena suerte y la fertilidad.
Por eso, históricamente se lo ha utilizado para proteger hogares, templos y lugares sagrados. Y en la actualidad es muy común verlo en amuletos, joyas y souvenirs para atraer vibras positivas.
Colores del ojo turco y su significado
Aunque el diseño básico es similar, los ojos turcos varían mucho en los colores y materiales. Cada combinación tiene un simbolismo particular:
- Ojo turco azul: el azul representa sanación, serenidad y protección. Por eso, es el color más común.
- Ojo turco rojo: el rojo simboliza la buena suerte y aleja la envidia.
- Ojo turco verde: el verde denota salud, fertilidad y renovación.
- Ojo turco amarillo o dorado: el amarillo y el oro atraen la riqueza y la prosperidad.
- Ojo turco blanco: el blanco significa paz y purificación espiritual.
- Ojo turco negro: algunos lo consideran de mala suerte, pero otros lo usan para contrarrestar energías negativas.
- Ojo turco multicolor: combinar colores incrementa el poder protector del amuleto.
Ojo turco en pulseras y collares
Por su diseño portable, el ojo turco resulta ideal para usar en bisutería como pulseras, collares y colgantes. Esta costumbre se remonta a los comerciantes otomanos que los llevaban en sus viajes para protegerse en el camino.
En la actualidad, es común regalar una pulsera o collar con ojo turco para desearle buena fortuna a un amigo o familiar. Incluso se han vuelto populares como souvenirs entre los turistas.
Estas joyas suelen fabricarse en varios materiales:
- Plata: es el más elegante y duradero, ideal para uso diario. Admite distintos acabados como pulido, envejecido o bañado en oro.
- Oro: para ocasiones especiales o regalos, denota lujo. El amarillo atrae abundancia.
- Cuero: económico y casual, es genial para hacer juego con vestimenta bohemia o hippie. El marrón oscuro luce bien con todo.
- Hilo: opciones bordadas muy artesanales y frescas para el verano. Se consiguen en infinitos colores.
- Piedras: combinan el ojo turco con cristales, como la turquesa o el ojo de tigre, para potenciar la protección mística.
- Vidrio: similar a las de piedras pero mucho más asequibles. El azul y verde son muy populares.
Cómo usar la pulsera de ojo turco
Aunque principalmente es un símbolo protector, también existen algunas tradiciones sobre cómo y cuándo usar el ojo turco para potenciar su poder:
- Usa la mano derecha para incrementar la suerte y energía masculina. La izquierda realza la intuición y energía femenina.
- Los martes y viernes son los días de la semana más propicios para empezar a usarlo.
- Se recomienda ponérselo por primera vez estando despierto, no mientras duermes.
- Nunca se lo debería prestar o regalar a alguien si ya se ha usado. Esto causaría que la protección se transfiera.
- Si se rompe o hay que desecharlo, lo mejor es enterrarlo o arrojarlo a una corriente de agua para que siga su ciclo natural.
En definitiva, el ojo turco es un potente símbolo que combina la protección física con la renovación del espíritu. Y transformado en una pulsera o collar resulta un complemento místico perfecto para atraer buenas vibras a tu día a día.