Muchas parejas jóvenes se hacen esta pregunta cuando su relación se vuelve más seria y comienzan a pensar en un futuro juntos. Un anillo de promesa puede ser un bonito símbolo de compromiso, pero también conlleva ciertas implicaciones que es importante considerar.
En este artículo analizaremos distintos factores para determinar si ha llegado el momento indicado de dar este importante paso en su relación. Descubra cuándo es apropiado regalar un anillo de promesa y cómo hacerlo de forma significativa.
Los sentimientos deben ser sinceros
Un anillo de promesa simboliza la intención de construir un futuro común con la pareja. Por eso, lo primero que deben preguntarse es si sus sentimientos son genuinos y tienen un compromiso real con la relación a largo plazo.
No se trata sólo de llevar mucho tiempo juntos o sentir mariposas en el estómago. Entregar un anillo de promesa significa visualizarse compartiendo su vida con esa persona especial, en las buenas y en las malas.
Implica seguir elegiéndose y apoyándose mutuamente en los altibajos, con paciencia, empatía y mucho amor. Si no se imaginan juntos a futuro o tienen dudas, es mejor esperar.
La relación debe ser estable
Un factor importante es que la relación debe encontrarse en un punto estable, donde ambos se sientan seguros y cómodos. Probablemente lleven más de un año juntos y hayan superado algunos obstáculos, consolidando la confianza y la buena comunicación.
Las primeras etapas de enamoramiento son hermosas, pero también emotivas e intensas. Es mejor esperar a que pase la tormenta de las hormonas y puedan conocerse a fondo, con virtudes y defectos. Un anillo de promesa requiere una base sólida de amor, respeto y compañerismo.
Deben conversar expectativas a futuro
Junto con la estabilidad emocional, es clave que como pareja conversen sus expectativas, deseos y temores respecto al futuro. Pregúntense si quieren formar una familia, dónde les gustaría vivir, si planean casarse, etc.
No tienen que tener todo perfectamente definido, pero sí una idea general compartida de hacia dónde van. Esto les dará tranquilidad al momento de dar y recibir un anillo de promesa, sabiendo que caminan juntos en la misma dirección.
Consideren madurez y responsabilidad
Aunque el amor lo pueda todo, también es cierto que el amor maduro lo puede aún más. Entregar un anillo de promesa no es un juego o un impulso pasajero, así que evalúen su nivel de madurez como individuos y como pareja.
¿Se comunican de forma sana? ¿Resuelven conflictos dialogando? ¿Se apoyan mutuamente en metas personales? ¿Tienen claro lo que implica una relación comprometida? Reflexionen bien antes de dar este gran paso.
Deben sentirse listos
Al final del día, más allá de la duración de la relación o la opinión de otros, lo que realmente importa es cómo se sienten ustedes. Si en su corazón hay convicción y emoción ante la idea de comprometerse, es señal de que están listos.
No tengan miedo y confíen en su amor y en lo que han construido como pareja. Eso sí, es crucial que ambos se sientan igual de entusiasmados y preparados para el next step. De lo contrario, mejor darse un tiempo prudencial.
El miedo a fallar es normal
Es comprensible tener cierto temor o ansiedad por el compromiso que implica un anillo de promesa. No somos perfectos y no hay garantías en la vida ni el amor. Pero si confían y se apoyan, podrán superar los retos que se presenten.
Disfruten el proceso
Regalar un anillo de promesa es sólo el comienzo de una nueva etapa juntos. No es una carrera ni debe generar presión. Fluyan, disfruten cada momento y vívanlo con total plenitud. Lo más importante es amarse, respetarse y crecer como pareja.
